Con la tecnología del Ozono, la desinfección más avanzada y segura, ya podemos disfrutar de las instalaciones sanitarias de mejor calidad y más saludables.
Además de la aplicación directa del Ozono sobre los pacientes a través de la ozonoterapia, esta tecnología nos aportará las máximas garantías de limpieza, seguridad y desinfección, eliminando el síndrome del edificio enfermo, que en los centros de salud, paradójicamente, configura una irónica realidad.
En los lugares de trabajo con ambientes enrarecidos se generan altas tasas de absentismo laboral debido al malestar en el trabajo cotidiano. Ello hace disminuir la cantidad y calidad del trabajo efectuado, además de empeorar los tiempos de adaptación al propio puesto de trabajo. La climatización de locales de tránsito público es un lugar especialmente expuesto a los focos de infección por transmisión aérea, siendo el aire el principal medio de contagio, algo que se incrementa especialmente por tratarse del tránsito de personas enfermas.
La ozonización elimina fulminante y completamente todo patógeno diseminado por el aire, incluso aquellas bacterias que desarrollan auto-resistencia a los antibióticos, garantizando una perfecta asepsia. Por tanto, el Ozono ayuda en gran medida a la Prevención en Riesgos Laborales.
Hay que tener en cuenta que, una vez realizada su función, el Ozono se descompone molecularmente, liberando Oxigeno e iones negativos, algo que aportará un ambiente refrescante y purificado, beneficiando el lugar de trabajo y mejorando claramente el ambiente para los usuarios de la clínica, geriátrico u hospital. No hay que olvidar que las moléculas de Ozono son iones negativos, los cuales evitan posibles estados nerviosos a que da lugar la simple espera. El enfermo requiere un medio limpio y puro, como el que encontraríamos en la alta montaña. Mediante el Ozono podremos conseguir dicho ambiente de un modo artificial.
Causas de contagio
La propagación de las infecciones se realiza entre el enfermo portador de bacterias y la persona sana. Al toser, hablar e incluso respirar, salen bacterias de las cavidades nasales y bucales, las cuales pasan al aire. Éstas flotan en el aire adheridas a microscópicas gotas de saliva. Las de mayor tamaño no tardarán en depositarse en el suelo, sobre objetos y mobiliario, así como en la piel de los enfermos e incluso en los vendajes. Las partículas más pequeñas seguirán flotando durante un tiempo más prolongado, llegando a las vías respiratorias del enfermo cuando éste respira, depositándose sobre sus manos y las del personal sanitario, algo que sirve también como punto de partida para la infección. Las bacterias pasan también a la atmósfera desde la superficie de las heridas purulentas aunque las heridas se encuentran cubiertas con vendas.
Éste modo de propagación amenaza especialmente el aire de las salas de cura y de operaciones. Durante el curso del vendado o de la operación, las bacterias se depositan en las heridas de otros enfermos y constituyen un grave obstáculo para la curación de las heridas. Se considera que la mayoría de los gérmenes que flotan en el aire no proceden de la naso faringe, sino de la piel del personal.
Quirófanos, salas de cura, paritorios y UCI
Se ha demostrado que el Ozono es el único medio para evitar las infecciones nosocomiales y el típico aspergillus, que constituye una de las infecciones más graves que se pueden registrar en los hospitales, con una tasa de mortalidad entre el 50 y el 85% y por ello, en estas estancias es recomendable una desinfección especial. Los generadores de Ozono de alta producción esterilizan los quirófanos en menos de una hora de de sistemas UV que no esterilizan forma efectiva, a diferencia cualquier lugar que permanezca en sombra a esa longitud de luz.
Como materia prima para la generación de Ozono, podrá utilizarse el oxígeno puro en lugar de utilizar el aire, ya que el contenido de oxígeno en el aire es tan sólo del 21%, mientras que el resto está compuesto de otro tipo de gases y contaminantes. Con un mecanismo de control automático de producción podremos administrarlo de forma discontinua, de manera que, cuando las salas estén vacías, podríamos hacer trabajar el generador a su máxima capacidad para que, con una concentración de Ozono en ambiente no inferior a 1mg/m3 se llegue a eliminar todo tipo de microbio. Cuando haya personal en la sala, se reducirá la potencia del generador para asegurar unos niveles de inmisión máximos de 0,1mg/m3. De este modo se asegurará una desinfección permanente de la sala sin llegar a molestar al personal. De todos modos, si en estas salas existiera cualquier entrada de aire forzado, sería recomendable incorporar el Ozono al conducto de aire para así asegurar la desinfección de esa conducción.
Lavado de manos
Al mezclarse el Ozono con el agua, se crea hidroxilo, aumentando espectacularmente su, ya de por sí, gran poder de desinfección, algo que proporciona una esterilización y limpieza sin igual en el aseo inicial del cirujano antes de la operación o del ATS, previo a realizar las curas. Desinfectar y lavar las manos sin la necesidad de utilizar productos químicos resulta la solución ideal para manos con hipersensibilidad a químicos como el cloro o la lejía. Para ello y dependiendo de varios factores, podría utilizarse un ozonizador en Continuo o bien combinar un generador menos potente con un depósito de pre-tratamiento.